miércoles, 14 de diciembre de 2011

El ingeniero Kurt Tank


Cuando Córdoba ocupó el primer plano mundial de la ciencia y la tecnología aeroespacial
Por Carlos Alberto Del Campo
República Argentina
Es conocido que la Fábrica de Aviones (FMA) se constituyó en un centro de investigación y desarrollo de tecnología propia de primer nivel y que conjuntamente con  la Carrera de Ingeniería Aeronáutica (UNC)  y la Escuela Superior de Ingeniería Aeronáutica (actual IUA) se logró un prestigio en América Latina como escuela de científicos, ingenieros, técnicos y operarios especializados que demostraron su capacidad a nivel mundial.
En 1947 se incorporan a la FMA dos equipos de científicos alemanes: uno a cargo de Kurt Tank, el otro de Reimar Horten. Tank era conocido en Argentina como director de la Focke Wulf de Alemania que en 1938 había provisto 100 aparatos FW-44 para la aviación civil, distribuidos en distintos aeroclubes. Experimentado ingeniero, doctorado en su especialidad, con solo 35 años quedó a cargo de la F.W. desarrollando 20 proyectos de enorme prestigio mundial.
El Ing. Francisco San Martín señala que antes de la llegada de Tank, desde 1946,  los ingenieros E. Cardheilac, N. Morchio y H. Ricciardi ya estaban trabajando en el proyecto I.Ae. 27 Pulqui (en araucano: flecha) recordando “que en esa fecha no se conocía nada, salvo menciones periodísticas, de esa tecnología” (1).
Tank que llegó con 16 científicos que se incorporaron al cuerpo de profesores de los mencionados institutos  permaneció en Córdoba alrededor de diez años hasta que fue expulsado por el gobierno de la Revolución Libertadora bajo el cargo (falso) de portación de pasaporte adulterado. Llevó adelante el diseño y construcción  del Pulqui-II, un caza a reacción que en 1951 sorprendió al mundo entero y que en cinco años estuvo listo para su construcción en serie. El gobierno de la dictadura en 1956 optó cancelar la producción y se adquirieron aviones SABRE norteamericanos, material viejo utilizado en la Guerra de Corea,  desistiendo así de tecnología y puestos de trabajo argentino.
En 1951 se creó el CONITYC (desmantelado en 1955) que  el propio Perón presidía   integrándolo José Balseiro, Enrique Gaviola, Otto Gamba, Juan Bussolini, entre otros. El organismo -antecesor del CONICET- dispuso la confección del Primer Censo Científico Argentino que sirvió de fuente documental para el 2º Plan Quinquenal en lo referido a la enseñanza de la química y la física. Paralelamente se creó la CNEA y otros organismos de ciencia. Fue tanto el auge por las carreras que en 1953 se desdobló Ingeniería y la Escuela de Ciencias.
Se perdió una gran oportunidad
Mario Mariscotti señala que Enrique Gaviola se preguntaba “Cuántos científicos nos harían falta: 5.000 para la Argentina, entre los cuales debería haber no menos de 1.000 físicos y químicos”. (2). Se había ingresado en el mundo de la industria y las universidades necesitaban profesores,  investigadores, laboratorios  y recursos que el Estado proporcionaba.
Kurt Tank fue expulsado, tuvo más suerte que el Brigadier San Martín que por años fue encarcelado. El premier de la India (independizada del colonialismo inglés) Pandit (doctor) Jawaharlal Nehru convocó a Tank para iniciar el desarrollo aeronáutico. La India actualmente sorprende al mundo con la gigantesca  Industan Aeronautics Limited (HUL) ubicada en Bangalore, llamada el Silicon Valley hindú, con 9.500 empleados de los que 3.500 son ingenieros especializados. Además, se montó  el National Aeroespace Laboratories como centro científico de tecnologías que  ocupa a 1.300 personas.

El profesor alemán que amaba a Córdoba, lugar de descanso eterno de su esposa Charlotte, diseñó el HF-24 Marut, primer avión militar de Asia Meridional y piedra angular de una industria  que amplió su planta a 400 Has. destinadas al desarrollo, diseño y construcción de una familia de aviones para la Indian Aire Force.
El profesor Jacques Pouchepadass, investigador en Francia sobre la India moderna y la historia rural hindú, señala que al momento de la Independencia era el país más pobre y sumergido del mundo. Nehru, que no era “nazi-fascista” sino un socialista  de militancia estudiantil en el marxismo (principio ideológico del que fue desistiendo en la medida que asumía el patriotismo hindú) estaba convencido de que “nuestra pobreza se debe a nuestro atraso en la ciencia y la tecnología, y en la medida que corrijamos ese atraso, crearemos no sólo riquezas sino también empleos” (3). La India de hoy cuenta con una clase media de alrededor de 300 millones de personas, dispone de alrededor de cinco centenares de centros de educación científica y cada año salen de sus aulas 200.000 ingenieros y 300.000 matemáticos, físicos y químicos (el 12% de los científicos que trabajan en los Estados Unidos y el 32% de especialistas en matemáticas puras de la NASA son indios). Tienen convenios con Airbus, Boeing, Dornier, Roll Royces, etc.; no compran tecnología, en todo caso la comparten, exigiendo la radicación en el país en función de la creación de miles y miles de puesto de trabajo.
En 1955 Kurt Tank era un nazi para la gran prensa y los partidos políticos incluyendo los diarios del P.C. a pesar de que Stalin hizo lo posible para que el científico se radicara en Moscú. En tal sentido J. Abelardo Ramos, enorme orador y formador de la conciencia nacional,  decía que para la oligarquía argentina y sus seguidores eran “nazis” únicamente los científicos que trajo Perón y “democráticos” los que habían emigrado a EE.UU. e Inglaterra. Fue el caso de Wernher Von Braun, alto científico del régimen alemán que emigró  a Estados Unidos donde  diseñó los famosos cohetes Saturno de la NASA y que en 1963 visitó Córdoba siendo distinguido como doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional a la vez que el Instituto de Investigaciones Aeronáuticas y Espaciales de Argentina (IIAE) le otorgó la Medalla de Oro. Tank murió en Alemania en 1983, pidió que sus cenizas se esparcieran en el Río de la Plata.
En 1955, Argentina cedió el lugar estratégico que había alcanzado en el dominio de la  tecnología aeronáutica. La India y Brasil transitaron el  camino inverso. Por fortuna la ciencia atómica y espacial (con excepción de la tragedia del Cóndor II) no fueron desmanteladas ubicando actualmente, tanto la CNEA como el INVAP, a nuestro país en el universo del conocimiento que ha llegado a convertirse en el mundo en el recurso central de la economía.-
1.                 HISTORIA DE LA FÁBRICA MILITAR DE AVIONES, Ing. Francisco G. San Martín, Ediciones del Corredor Austral, Córdoba, 2005.
2.                 El Secreto Atómico Huemul, Dr. Mario Mariscotti, Sudamericana-Planeta, 1984.
3.                 INDIA DEL SIGLO XX (J. Pouchepadass), Breviarios FCE, Méjico, 1976.
4.                  (www.en.wikipedia.org)

jueves, 17 de noviembre de 2011

RECUPERANDO IDEAS POLÍTICAS


Cuando en pleno s. XXI todavía los personeros del imperio, sea el enfermo imperio norteamericano, ese que al decir de Bolívar parecía surgido para causar daño a la América del Sur; sea el hipócrita imperio europeo (en sus variantes francesas, española, alemana y sus etc.) y su psicópata asociado el imperio británico, aun siguen dividiendo a Nuestramérica, con el refinado maquiavelismo de “asumir” defensas parciales de comunidades, para mantenernos divididos, sumando a la balcanización en las veinte republiquetas bananeras una nueva división con los descendientes de nuestros héroes originarios de la primera resistencia. Los Libertadores que lucharon y triunfaron contra la opresión de la España Absolutista y levantaron la bandera de la Unidad Nacional, que rindieron homenajes con su nombres a los jefes de aquella primera resistencia y que declararon con Bolívar: “les haremos todo el bien posible”, ofrecieron con su política la solución integradora de la Comunidad Nacional Latinoamericana, por la que aún continúa la lucha, aunque en otro nivel de desarrollo. En Nuestramérica está nuestro origen, pero ya no hay ni originarios, ni blancos, ni negros, ni amarillos, ni mestizos, puesto que somos Latinoamericanos y así tendrán que llamarnos aquellos que tienen la costumbre de ponernos nombres, les guste o no les guste y nuestra cultura es todas las culturas que nos alimentan. El Qosqo se llama Qosqo y no de otra forma, puesto que es el centro del mundo y no la periferia para nosotros.
Ni un punto, ni una coma, hay que quitar a aquella política de los Libertadores, aún vigente. Bolívar se preguntó: “¿Tendremos que espera otros trescientos años?” y se respondió a si mismo: “La independencia la queremos ahora”. Nos preguntamos nosotros: “Tendremos que esperar otros doscientos años para hacer la Unidad Nacional Latinoamericana”. No creemos que la respuesta sea distinta: “Queremos la Unidad ahora”. La respuesta a oligarquías balcanizadoras y a los imperios que dividen o intentan manipular supuestas divisiones para “imperar” ya tuvo respuesta, entre otras muchas expresiones, la de Bernardo O’Higgins R. que hoy ofrecemos, no como texto documental, sino como principio político.

CARTA DE O’HIGGINS R.

El Supremo Director del Estado a nuestros hermanos los habitantes de la frontera del Sud.
Chile acaba de arrojar de su territorio a sus enemigos después de nueve años de una guerra obstinada y sangrienta. Sus fuerzas marítimas y terrestres, sus recursos y el orden regular que sigue la causa americana en todo el continente, forman un magnífico cuadro, en que mira afianzada su Independencia.
Las valientes tribus de Arauco, y demás indígenas de la parte meridional, prodigaron su sangre por más de tres centurias defendiendo su libertad contra el mismo enemigo que hoy es nuestro. ¿Quién no creería que estos pueblos fuesen nuestros aliados en la lid a que nos obligó el enemigo común? Sin embargo, siendo idénticos nuestros derechos, disgustados por ciertos accidentes inevitables en guerra de revolución, se dejaron seducir de los jefes españoles. Esos guerreros, émulos de los antiguos espartanos en su entusiasmo por la independencia, combatieron encarnizadamente contra nuestras armas, unidos al ejército real, sin más fruto que el de retardar algo nuestras empresas y ver correr arroyos de sangre de los descendientes de Caupolicán, Tucapel, Colocolo, Galvarino, Lautaro y demás héroes, que con proezas brillantes inmortalizaron su fama.
¿Cuál habría sido el fruto de esta alianza en el caso de sojuzgar los españoles a Chile? Seguramente el de la pronta esclavitud de sus aliados. Los españoles jamás olvidaron el interés que tenían en extenderse hasta los confines del territorio austral. Sus preciosas producciones, su incomparable ferocidad, y su situación local, han excitado siempre su ambición y codicia. Con este objeto han mantenido continua guerra contra sus habitantes, suspendiéndola sólo cuando han visto que no hay fuerza capaz de sujetar a unos pueblos que han jurado ser libres a costa de todo sacrificio. Pero no han desistido de sus designios, pues en los tiempos que suspendieron las armas fomentaron la guerra intestina, para que destruyéndose mutuamente los naturales, les quedase franco el paso a sus proyectos. Entre tanto el comercio no era sino un criminal monopolio; la perfidia, el fraude, el robo y en fin todos los vicios daban impulso a sus relaciones políticas y comerciales.
Pueblos del Sud, decidme si en esto hay alguna exageración; y si por el contrario apenas os presento un lisonjero bosquejo de la conducta española, convendréis precisamente en que dominando España a Chile, se hubiera extendido sobres vuestros países como una plaga desoladora, concluyendo con imponeros su yugo de fierro que acaso jamás podríais sacudir.
En el discurso de la guerra pensé muchas veces hablaros sobre esto, y me detuve porque conocí que estabais muy prevenidos a cerrar los oídos a la voz de la verdad. Ahora que no hay un motivo de consideración hacia vosotros, ni menos a los españoles, creo me escucharéis persuadidos de que sólo me mueve el objeto santo de vuestro bien particular y del común del hemisferio chileno.
Nosotros hemos jurado y comprado con nuestra sangre esa Independencia, que habéis sabido conservar al mismo precio. Siendo idéntica nuestra causa, no conocemos en la tierra otro enemigo de ella que el español. No hay ni puede haber una razón que nos haga enemigos, cuando sobre estos principios incontestables de mutua conveniencia política, descendemos todos de unos mismos Padres, habitamos bajo de un clima; y las producciones de nuestro territorio, nuestros hábitos y nuestras necesidades respectivas no invitan a vivir en la más inalterable buena armonía y fraternidad.
El sistema liberal nos obliga a corregir los antiguos abusos del Gobierno español, cuya conducta antipolítica diseminó entre vosotros la desconfianza. Todo motivo de queja desaparecerá si restablecemos los vínculos de la amistad y unión a que nos convida la naturaleza. Yo os ofrezco como Supremo magistrado del pueblo chileno que de acuerdo con vosotros se formarán los pactos de nuestra alianza, de modo que sean indisolubles nuestra amistad y relaciones sociales. Las base sólidas de la buen fe deben cimentarlas, y su exacta observancia producirá la felicidad y seguridad de todos nuestros pueblos. Se impondrá penas severas a los infractores, que se ejecutarán a vista de la parte ofendida, para que el ejemplo reprima a los díscolos.
Nuestras Escuelas estarán abiertas para los jóvenes vuestros que voluntariamente quieran venir a educarse en ellas, siendo de cuenta de nuestro Erario todo costo. De este modo se propagarán la civilización y luces que hacen a los hombres sociales, francos y virtuosos, conociendo el enlace que hay entre los derechos del individuo y los de la sociedad; y que para conservarlos en su territorio es preciso respetar los de los pueblos circunvecinos. De este conocimiento nacerá la confianza para que nuestros comerciantes entren a vuestro territorio sin temor de extorsión alguna, y que vosotros hagáis lo mismo en el nuestro, bajo la salvaguardia del derecho de gentes que observaremos religiosamente.
Me lleno de complacencia al considerar hago estas proposiciones a unos hombres que aman su independencia como el mejor don del Cielo; que poseen un talento capaz de discernir las benéficas intenciones del pueblo chileno; y que aceptándolas, desmentirán el errado concepto de los europeos sobre su trato y costumbres,
Araucanos, cunchos, huilliches y todas las tribus indígenas australes: ya no os habla un Presidente que siendo sólo un siervo del rey de España afectaba sobre vosotros una superioridad ilimitada; os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que reconoce vuestra independencia, y está a punto a ratificar este reconocimiento por un acto público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran Carta de nuestra alianza para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros Estados. Contestadme por el conducto del Gobernador Intendente de Concepción a quien he encargado trate este interesante negocio, y me avise de vuestra disposición para dar principio a las negociaciones. Entre tanto aceptad la consideración y afecto sincero con que desea ser vuestro verdadero amigo.
Bernardo O’Higgins R.
SANTIAGO, Sábado 13 de Marzo de 1819.

jueves, 10 de noviembre de 2011

RECUPERANDO NUESTRAS LETRAS.

El desconocimiento monumental de nuestra propia Historia Nacional Latinoamericana, que en el pasado hizo decir a un más que notable y grande latinoamericano, que “lamentablemente la espada y la pluma no fueron unidas en nuestra Revolución de Independencia y Unidad Nacional”, por desconocimiento que Simón Bolívar, probablemente fue la mejor o una de las mejores plumas, tanto como Bernardo Monteagudo fue un notable autor de teatro, actividades que no desarrollaron, salvo en su correspondencia, debido a las obvias “Primeras Ocupaciones”, que fueron militares, en la más grande gesta de la humanidad de todos los tiempos, nos hace hoy presentar una breve página de Simón Bolívar, donde se muestra también al Libertador, como uno de nuestros más brillantes escritores, en una Nación Latinoamericana que se ha destacado por el número y calidad de sus obras.

Mi delirio sobre el Chimborazo
Por Simón Bolivar

Yo venía envuelto con el manto de Iris, desde donde paga su tributo el caudaloso Orinoco al Dios de las aguas. Había visitado las encantadas fuentes amazónicas, y quise subir al atalaya del Universo. Busqué las huellas de La Condamine y de Humboldt seguilas audaz, nada me detuvo; llegué a la región glacial, el éter sofocaba mi aliento. Ninguna planta humana había hollado la corona diamantina que pusieron las manos de la Eternidad sobre las sienes excelsas del dominador de los Andes. Yo me dije: este manto de Iris que me ha sevido de estandarte ha recorrido en mis manos sobre regiones infernales, ha surcado los ríos y los mares, ha subido sobre los hombros gigantescos de los Andes; la tierra se ha allanado a los pies de Colombia, y el tiempo no ha podido detener la marcha de la libertad. Belona ha sido humillada por el resplandor de Iris, ¿y no podré yo trepar sobre los cabellos canosos del Gigante de la tierra? Sí podré! Y arrebatado por la violencia de un espíritu desconocido para mí, que me parecía divino, dejé atrás las huellas de Humboldt, empañando los cristales eternos que circuyen el Chimborazo. Llego como impulsado por el genio que me animaba, y desfallezco al tocar con mi cabeza la copa del firmamento: tenía a mis pies los umbrales del abismo.
Un delirio febril embarga mi mente; me siento como encendido por un fuego extraño y superior. Era el Dios de Colombia que me poseía.
De repente se me presenta el Tiempo bajo el semblante venerable de un viejo cargado con los despojos de las edades: ceñudo, inclinado, calvo, rizada la tez, una hoz en la mano…
“Yo soy el padre de los siglos, soy el arcano de la fama y del secreto, mi madre fue la Eternidad; los límites de mi imperio los señala el Infinito; no hay sepulcro para mí, porque soy más poderoso que la Muerte; miro lo pasado, miro lo futuro, y por mis manos pasa lo presente. ¿Por qué te envaneces, niño o viejo, hombre o héroe? ¿Crees que es algo tu Universo? ¿Qué levantaros sobre un átomo de la creación, es elevaros? ¿Pensáis que los instantes que llamáis siglos pueden servir de medida a mis arcanos? ¿Imagináis que habéis visto la Santa Verdad? ¿Suponéis locamente que vuestras acciones tienen algún precio a mis ojos? Todo es menos que un punto a la presencia del Infinito que es mi hermano”
Sobrecogido de terror sagrado, “cómo, ¡oh Tiempo! –respondí- no ha de desvanecerse el mísero mortal que ha subido tan alto? He pasado a todos los hombres en fortuna, porque me he elevado sobre la cabeza de todos. Yo domino la tierra con mis plantas; llego al Eterno con mis manos; siento las prisiones infernales bullir bajo mis pasos; estoy mirando junto a mi rutilantes astros, los soles infinitos; mido sin asombro el espacio que encierra la materia, y en tu rostro leo la Historia de lo pasado y los pensamientos del Destino”.
“Observa, -me dijo- aprende, conserva en tu mente lo que has visto, dibuja a los ojos de tus semejantes el cuadro del Universo físico, del Universo moral; no escondas los secretos que el cielo te ha revelado; di la verdad a los hombres”.
La fantasía desapareció.
Absorto, yerto, por decirlo así, quedé exánime largo tiemo, tendido sobre aquel inmenso diamante que me servía de lecho. En fin, la tremenda voz de Colombia me grita; resucito, me incorporo, abro con mis propias manos los pesados párpados: vuelvo a ser hombre, y escribo mi delirio.

sábado, 5 de noviembre de 2011

JOAQUIN EDWARDS BELLO

Homenaje a un Latinoamericano nacido en Chile
Por Luis Alberto Terroba

En una nota del domingo 13 de octubre de 1996, sobre grandes escritores, el  Diario Chañarcillo definía a Joaquín Edwards Bello como “espíritu inquieto, apasionado, contradictorio. En mucho se asemejaba a ese viento impetuoso y travieso de la ciudad de Valparaíso que lo vio nacer”. Lo que podríamos decir un hombre que amó y reflejó al espíritu de la tierra en que nació. Seguramente fue quien fue, justamente, por ser sin renegar, un amante de su tierra, sentimiento que incluye la alabanza como la crítica para construir algo mayor y mejor. Única forma que permite, como le permitió a Edwards Bello, hallar tesoros más allá de la frontera.
Si Gabriela Mistral, otra gran americana, le llamó “Hijo reprendedor de su patria”, dio la certera definición de aquel que hizo una crítica mordaz de un sector pacato de la sociedad. Se puede decir que Edwards Bello fue el Jauretche chileno como se puede afirmar que Jauretche fue el Edwards Bello de Argentina. A ambos, esa pasión por su tierra, no los limitó para reflejar ese mismo sentimiento por la Patria Latinoamericana. Si Joaquín Edwads Bello pintó en su extensa obra su sociedad chlena natal, con un agudo sentido crítico constructivo, Jauretche con igual sarcasmo pinto su sociedad argentina natal en las profundas obras “El medio pelo en la sociedad Argentina”, “Manual de Zonceras”, “Los Profetas del Ocio y la yapa”, entre muchos otras. Prolíficos y críticos en sus países, no fueron a su vez, “aldeanos”, sino que pintaron magistralmente sus propias aldeas, vinculadas al destino Nacional de Latinoamérica. Igual comparación podríamos hacer con el peruanísimo González Prada, el paraguayo Roa Bastos, el uruguayo Luis Alberto de Herrera y con todos y cada uno de los países de la Comunidad Nacional.
No podemos hablar en este corto espacio de la inmensa obra de Edwards Bello y sus connotaciones. Si toda su obra nos compete a los latinoamericanos, hay una en particular, que nos compete en grado sumo. Se trata de su libro: “Nacionalismo Continental”.
Estudiar esta obra en particular de Edwards Bello, obliga a situarse en la perspectiva de los hombres de la primera mitad del s. XX en Latinoamérica, desde Manuel Gálvez a Vasconcelos; de Yrigoyen a Haya de la Torre; de Sandino a Mariátegui; de Scalabrini Ortiz a Albizu Campos; de Ugarte a Recabarren; del general Perón al general Barrios; de Zapata a Blanco Fombona y la lista infinita de patriotas de Latinoamérica de todas las ideologías. No es casual que tanto Haya de la Torre como Perón, hayan sido “ugartianos” en sus concepciones. Pero esa “generación ampliada”, de unos cincuenta años, fue “visagra” entre el nacionalismo continental de los Libertadores, sepultado en 1830 y el resurgimiento de la concepción “nacional continental”. Como generación “visagra” partió de los bastiones regionales de lucha, desde las Patrias Chicas, a las que fuimos condenados temporalmente por aquella derrota, hacia y con una concepción de Patria Grande. Desde la lucha por “recuperar” la cultura, la política, la economía de los estados regionales, elevaron sus proclamas al nivel continental. Por contradicción a las oligarquías que balkanizaron la Nación y vendieron en parcelas los países, comenzaron la lucha por recuperar los países, ese territorio que les “marcaba” la realidad, que mantenía a los Pueblos como “prisioneros” de fronteras artificiales. Así, su visión fue, y no podía ser otra, que la visión de la realidad, como “puente local” hacia “la región”, hacia “el continente”. Su enorme mérito radica en que por el ocultamiento, correspondió a estos hombres el descubrimiento y exposición de la “ciudad oculta” y el comienzo de la demolición de los prejuicios, falsos como todo prejuicio, que se asentaban en una supuesta validez de las fronteras “inventadas” por Inglaterra y Francia, a costa del Pueblo y del asesinato o exilio de los líderes Latinoamericanos de la victoriosa Revolución de la Independencia contra España.
Cultura Regional en la Cultura Nacional
Su lucha política y cultural, ha sido el paso indispensable que ha permitido la búsqueda en la convicción de peruanos, bolivianos, argentinos, colombianos, chilenos, mexicanos, venezolanos, uruguayos, paraguayos, centroamericanos, caribeños, en el camino a la Unidad Nacional que nos de el nombre de “Latinoamericanos” a secas, que no reconocemos otras fronteras nacionales que las fijadas por los Libertadores como espacio vital, se refiera a la política, a la economía, a lo militar o a su cultura. Queremos todo lo largo y ancho de la Nación y todo lo profundo de la misma hasta las culturas ancestrales. Así Edwards Bello, constituye uno de los ejemplos del hombres que siendo profundamente chileno, merecerá en justicia el homenaje junto a todos sus compañeros de generación de los demás países, como Latinoamericano que abrió la picada por la que avanzará una Latinoamérica victoriosa.
Baste citar algunos párrafos que revelan a esta obra: “Nacionalismo Continental” como una obra de esencial presencia en todos los Institutos de NuestraAmérica: Actualmente, la libertad de las repúblicas iberoamericanas es hasta cierto punto una ficción”.
De ella diría la defensora del puertorriqueño Albizu Campos, Gabriela Mistral, en la Madrid de 1934: “El Continentalismo ha tenido en Edwards Bello uno de sus mejores propagandistas, y la conciencia chilena, en este sentido de la formación de nuestra sudamericaneidad, le debe mucho. Más de lo que él cree”.
Demuele Edwards Bello, sin piedad, con ese valor intelectual de los grandes hombres, ese valor superior al inocuo valor del boxeador para subir a un ring e infinitamente más peligroso, puesto que no enfrenta a un hombre sino a toda la violencia de la potencia imperial que llegó a despellejar a Albizu Campos, cuando muestra las cabezas vacías sin ofensas de la “intelligentzia vernácula” y de las “oligarquías esclavas y apátridas”, supuestamente cultas, al decir: “(…) el arte iberoamericano, sin raíces en las modalidades nacionales, carece de interés en ese continente – Europa- , por cuanto es opaco reflejo del arte de ellos. La imitación no puede interesar al que entrega el modelo. América no hace otra cosa que aplicar el papel calco a Europa; por esa razón estamos rebajados ante ella (…) Nuestra América ha tenido invariablemente la actitud de sometimiento ciego y servil a todo lo europeo (…) En esta condición de espejo hemos vivido, sin personalidad ni iniciativa. Por la manía de hacer todo como Europa, nos ha pasado lo que a esos niñitos acostumbrados a ir de la mano, y que, en cuanto quedan solos, se atolondran y tropiezan (…) Por ese espíritu invertebrado de imitación y ausencia de genios creadores, cunde el desprecio por nuestra América (…) En realidad, América no es un vergel insólito, el Edén, sino una nueva Europa empequeñecida, o, mejor dicho, una despensa o hacienda de Europa (…) El sur consiste en dieciocho repúblicas, divididas por postes fronterizos, aduanas y murallas Chinas de prejuicios. Superiores en riqueza, iguales casi en población a Estados Unidos, son la mano de obra del mundo (…) Nada aportan, fuera de materias primas a la industria; nada a la ciencia”.
El Hombre Nacional de un Pueblo
Sin dudas que despertó desde su aristocracia, a una conciencia nacional continental, que hundiéndose en lo popular se constituye en la convocatoria de finales del s. XX y obra a la orden del día en este s. XXI.
Es el patriota americano el que habla al decir: "Nunca he aspirado a ser patriota de banquete, excesivo patriota sospechoso al igual de los gestores de minas extranjeras; ni aspiro a ser patriota novísimo chileno, como esos judíos alemanes que traen su balanza y su letrero: 'Se compra oro'. Tengo derecho a ser patriota al revés de ellos, buscando la salud de esta patria, que llevo dentro de la sangre en cien cruces, la patria continental”. Reivindicando su ser familiar con le Pinto “que fue ayudante de Campo de Belgrano”, no puede ocultar su justo desprecio a los mercachifles que en el Cono Sur levantarían a los Rivadavia, Portales o Mitre: “Mantengo el derecho de expresarme del continente en otra forma... que el aventurero de la última hornada, aspirante a ser criollo y cuyo deber por eso mismo consiste en respetar otros fenómenos nacionales que no sean la compra de oro chileno y la venta de abalorios europeos".
Aún lo que podríamos considerar “sus errores”, no lo son, sino que más bien nos cuentan la montaña de ocultamientos que se descargó sobre nuestras verdades de la mano de los falsarios oligárquicos y los plumíferos a sueldo de Gran Bretaña y Francia, a los que se sumaría el “big stick” del dólar norteamericano.
El Intelectual en marcha por su tiempo
Señala correctamente: “Por cuanto, si no van juntas las armas y las letras, serán tan estériles los resultados de las unas, como de las otras". No podía conocer, como aún se desconoce, que nuestro más brillante escritor fue Bolívar, como bien lo demostró en aquel “Mi delirio sobre el Chimborazo”, y por eso no llegó a ver Edwards que armas y letras habían estado unidas Libertador Americano nacido en Venezuela y sus compañeros de lucha en el Continente. Monteagudo fue un excelente autor de teatro. Simplemente no eran tiempos de teatro. No se puede criticar esto a Edwards Bello, cuando aún se desconoce al máximo estadista, militar y político de la Unidad Nacional Latinoamericana y mártir de la misma, el Mariscal de Ayacucho, que Bolívar definiera como el “Impecable” y “enemigo de su gloria” reconociendo la superioridad del que sería su heredero tanto como de sus compadres: el Libertador del Sur y Protector del Perú, José de San Martín, el Director Supremo de Chile, Bernardo O’Higgins y el Protector de los Pueblos Libres, José Gervasio Artigas.
Por eso, lo que “hoy” podríamos considerar “errores”, no lo eran para aquellos hombres de principios del s. XX, que les tocó abrir la picada y cumplieron a carta cabal con las obligaciones de su generación. Su consideración de España como Madre Patria, fue el límite de esa generación. Brillantes Latinoamericanos como Jorge Abelardo Ramos o el general Perón, estuvieron acotados por esa realidad. No llegaron a estudiar aquellas verdades que nos llevan a la concepción de que España, ni siquiera fue una mala madrastra. Pero esa oculta Partida de Nacimiento, en la que está impreso el nombre de nuestra madre en la Cultura del Cosqo, y que los nombres de nuestros héroes son otros nombres, parte de los cuales la generación de Bello rescató, es algo a lo que se llegó, mucho después que estos insignes patriotas del s. XX, aún a riesgo de ser convertidos en “muertos civiles”, se hundieran para rescatar el oro americano, de las cloacas de la pseudo cultura dependiente. Así, no hicieron lo que no podían hacer y por esa razón, jamás será su error, aunque pudiera ser el nuestro si no nos prevenimos.
Edwards Bello, voz chilena de un lenguaje común
Así, nos expresa en su crítica al imperio británico: "El ferrocarril transandino, el más caro del mundo, es inglés. Al subir a un tranvía, al hablar por teléfono, al tomar el desayuno, al comprar en una tienda y al dar la luz, el chileno contribuye a la vida admirable de un capitalista inglés que toma su te o juega su polo en las Islas Británicas; contribuye a pagar el turismo de un yanqui o la vida agradable de un francés". ¿Qué diferencia hay en esta mirada con la del argentino Scalabrini Ortiz? Solo en los distintos matices en la descripción del robo. Scalabrini describe además de esto, el plus delictual de Gran Bretaña, al señalar el apoderamiento de riqueza en Argentina debido a la Ley de Ferrocarriles garantidos, que permitía, aguamiento de capitales mediante, un mayor robo en Argentina, que brillantemente describiera en “Historia de los Ferrocarriles Argentinos” y su magistral “Política Británica en el Río de la Plata”.
"La instalación en nuestra América, de Bancos extranjeros, o la fusión de los nacionales con extranjeros, es otro vasto escándalo que contribuye a restarnos soberanía”. Estas palabras, expresadas con la realidad chilena a la vista de Edwards Bello, podían llevar la firma de Scalabrini Ortiz, sin cambiar un punto, ni una coma, y los argentinos la entenderíamos como referidas al Banco Central de Sir Otto Niemeyer de 1935.
Continentalismo Boliviano
Toda la descripción de las falencias de Latinoamérica, las reales falencias que resonaron en las palabras del argentino Jorge Abelardo Ramos: “Somos un país porque fracasamos en ser una Nación y somos argentinos porque fracasamos en ser Latinoamericanos”, se desprenden de la misma concepción nacional que expresara Edwards Bello en su propia descripción: "El Sur consiste en diez y ocho Repúblicas, divididas por postes fronterizos, aduanas y murallas chinas de prejuicios. Superiores en riqueza, iguales casi en población a Estados Unidos, son la mano de obra del mundo. Con cien años de vida independiente, neutrales en la guerra, continúan mendigando empréstitos y esperando que la civilización vaya a buscarlas".
"Ausentes del ideal unionista, las Repúblicas dispersas, orgullosas de libertades ficticias, son menos que Egipto y Australia, por la sujeción invencible al organismo centrípeto del Norte”.
 Y la descripción de la personalidad de los ciudadanos triunfadores al decir: "Bolívar es célebre por cuanto tuvo una tarea excepcional y un escenario grandioso para demostrar su genio. Nació en el mayor momento de nuestra América; después el escenario se dividió en pistas sin importancia, perdiendo el Continente su grandeza. Nuestra América fue interesante cuando representó un valor histórico universal, esto fue durante la Conquista, la Colonia y la Independencia, épocas de trascendental importancia. Todo se ha diluido con la separación en Republiquillas, sin influencia en el concierto universal, sin importancia, en un opaco rol de consumidores y mano de obra, ideal e industrialmente a remolque de la civilizaci6n. El rumor solemne de la historia se ha apagado; representamos notas dispersas, sin orden, en la armonía infinita del género humano", constituye el mismo contenido de aquel concepto de Perón: “No puede haber ciudadano triunfante en una Nación derrotada”.
Y de todo ello, no solo la descripción, sino el consejo, la opinión y la bandera de lo que debe ser por que es desde los más remotos tiempos de nuestra historia: “Cuando el Continente iberoamericano, o indo mediterráneo, sea un país solo, cuando hayamos imitado a los yanquis la unión, que es su mayor virtud nacional, entonces valdremos bastante más que ellos”.
Nacionalismo Cultural de Patria Grande
Al igual que Sucre, Moreno, Bolívar, San Martín, OHiggins o Monteagudo, Edwards Bello no piensa en el beneficio propio de una región, sino en el de todos. Si Santander, el gran traidor americano pensaba en mantener unida a Nueva Granada para imponerse a una Venezuela y Ecuador parcelados, en oposición a Bolívar y Sucre, Edwards Bello propone una Unidad para beneficio general en oposición al parcelamiento oligárquico imperial de las “guerritas miserables”.
Expresa su sueño: "Si a caso, por un milagro, consiguiéramos hacer los Estados Unidos de Sudamérica..." en una comparación correcta y autónoma desde lo nuestro, en contraposición al argentino Alberdi o Mitre, con la América del Norte de las 13 colonias: "… son las cualidades del Norte, en mucha parte gracias al testamento de Washington, cumplido a sangre y fuego por Lincoln. Nuestra América no cumplió el de Bolívar, que debiera ser hasta ahora el único programa noble y serio de los estadistas".
Este patriota, que no lo era de “banquete”, es parte de esa lucha y no solo un mero escritor, como lo relata: "El continentalismo… la unión aduanera y monetaria de la parte austral americana, que hemos venido propiciando desde 1920, contiene la fórmula mágica para atraer a nuestro radio de acción a aquellas provincias vinculadas a Chile en la época colonial, a saber: Tucumán, San Juan, San Luis, Mendoza y el territorio de Neuquén. Con la diferencia de que éste neoimperialismo es fraternal y daría tantos frutos a la Argentina como a Chile, por cuanto nuestro progreso sería entonces tan rápido como el de aquella: provincias, actualmente asfixiadas", anticipándose a la que sería a principios del s. XX y principios de este XXI la cuestión esencial, el punto esencial de concepto de guerra cultural indispensable ante la invasión de ideas que no solo nos son extrañas, sino avanzadas de una enemistad que lleva siglos entre americanos y extracontinentales y anglosajones de toda ideología, creencia o política: "¡América es una cuestión de redacción! Solamente de la claridad y la fuerza de las letras saldrá su salud futura”.
Marca a fuego al verdadero enemigo, al que nos impide ser, al más perjudicial, al malinchista de adentro más peligroso que el criminal de afuera:"Nuestra América ha tenido invariablemente la actitud de sometimiento ciego y servil a todo lo europeo. Esperamos los artículos manufacturados, las leyes, las modas, las gentes, con interés patológico. En esta condición de espejo hemos vivido, perdiendo la personalidad y la iniciativa. Por la manía de hacer todo como en Europa, nos ha pasado lo que a esos niñitos acostumbrados a ir de la mano, y que, en cuanto quedan solos, se atolondra y tropiezan".
Sin embargo, ese nacionalismo continental de Nación oprimida, no lo lleva a la enfermiza xenofobia sino a la autovaloración sana de quienes se saben fuertes porque lo son: "Se puede pedir materiales extraños, con la condición de saber fundirlos en las ánforas matrices, a la manera de nuestro Darío, que, a pesar de su afrancesamiento, mostró una lujuriosa luminiscencia, un aroma e vergeles inconfundiblemente de América”. De allí la exacta puntualización de lo que debemos hacer y ser: "El nacionalismo artístico disipará la calígine como un telón que se levanta".

Nacionalismos de “patria chica”

Así Edwards Bello, al hablar de Nacionalismo Continental, deja de lado esos mal llamados “nacionalismos”, que siendo meramente regionales, se constituyen en nacionalismo europeos dependientes, en su génesis y en su contenido. No se encuentran encarnados en el “pueblo” que es el verdadero sustento del legítimo nacionalismo de los pueblos que se liberan. Ese nacionalismo pequeño, y por lo tanto contradictorio con el adjetivo que debe tener todo nacionalismo valioso, el de ser “grande”, forma parte del blanco sobre el que dispara Edwards Bello, aún con sus silencios. Critica a este nacionalismo pequeño, de parientes pobres de la oligarquía y de Europa, cuando critica la carencia de soberanía nacional en lo político tanto como en lo cultural, o el mero cambio de amo cuando se pasa de Gran Bretaña y Francia a los EE.UU. No es nacionalismo lo trasplantado, lo hecho en interés de lo extranacional. Se definen así por su propio peso y verdad, aún el carácter de las guerras que hemos tenido en el continente. Nacionalista Continental fueron la guerra de la Independencia; la guerra contra España de 1868; la de defensa contra la invasión del gral. Pershing y la guerra de Malvinas entre otras. Guerras deleznables fueron la del Pacífico; la del Chaco, la de la Triple Alianza o la del Fútbol de Centroamérica y otros choques menores, que beneficiaron a los “otros”, allende los mares, y nunca a nosotros.

Edwards Bello: Un fantasma que recorre el continente

Constituye así Edwards Bello, una cadena, en la sucesión del oleaje nacional popular que recorre el Continente desde nuestros orígenes. Al primer y segundo oleaje de la “Resistencia militar originaria” y la victoriosa “Revolución de Independencia y Unidad de los Libertadores” del s. XIX, sucedió el tercer movimiento surgido al calor de la guerra de independencia de Cuba, fin y principio de época para Latinoamérica, y al que pertenecieron y en el se reconocieron este insigne chileno, el argentino Manuel Ugarte, el nicaragüense César Augusto Sandino y cuya expresión política más acabada sería en el continente, el general Perón, entre muchos otros.
Esos mojones imprescindibles para la cuarta ola en ciernes, que toma las banderas de todos ellos desechando los últimos “detritus” de la influencia extracontinental y extraregional, es la que constituye un desafío difícil de tolerar para los poderes mundiales que asolan la humanidad.
El Istmo de Panamá ya no es nuestro “Corinto”, sino nuestro centro nacional, porque ya no somos ni indoamericanos; ni hispanoamericanos; ni luso americanos; ni somos la “América para los Americanos” de Monroe, sino Latinoamericanos a secas. Tenemos ideología en la “Carta a los españoles americanos”, en la “Carta de Jamaica”, en el “Plan Revolucionario de Operaciones”, en la “Raza Cósmica” de Vasconcelos, en el “Plan de realización del supremo sueño de Bolívar” de Sandino.
El camino ha tenido muchas estaciones en la marcha: “indoamericano”; “iberoamericano”, etc. Fueron las armas de lucha de un escabroso camino de recuperación de la identidad nacional. Cuando se arribe a la estación de destino, el ser completamente Latinoamericanos, entonces podremos reconocer y homenajear a todos los mojones imprescindibles en la marcha: desde el Tahuantisuyu a la soñada Colombia de Miranda, y nuestros héroes desde Cuahutemozin a Sucre. Allí en ese panteón, sin dudas Joaquín Edwards Bello figurará por derecho propio con su rostro grabado en la Cordillera de los Andes, entre la inmensa lista de constructores de la Patria Grande, y sus monumentos se construirán con las demoliciones de los héroes oligárquicos e imperiales, reflejos de culturas e intereses que nos son ajenos y de ningún valor. Monumentos que todavía no se han construido, porque todos ellos aún cabalgan por América y al decir del nicaragüense Rubén Dario: “Tienen mucho que hacer en América”. Entonces “Nacionalismo Continental” dejará de ser un libro político por excelencia, para ser un dato histórico de investigación, digno de ser leído en todas las escuelas americanas, desde el Río Bravo al Polo Sur. Y los europeos podrán así apreciar, la superioridad cultural de América, no por su descontado logro político-económico, sino como realidad desde los tiempos antiguos, y ser nosotros la ayuda para su liberación de la opresiva cultura idólatra devenida en el imperio totalitario opresor que conocemos.

domingo, 23 de octubre de 2011

Eco Arte y Revolución Nacional Popular en Latinoamérica



PLANETA AZUL
 Por Lorenzo A. Carrasco Jopia


La propuesta tiene como eje de motivación y fundamentación la carta escrita por el General Perón  titulada “Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” enviada desde su exilio el 16 de marzo de 1972 al Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim. A
La escisión de la humanidad con la naturaleza, es la consecuencia de nuestro quehacer cultural, a lo largo de la relación histórica que hemos mantenido con nuestro entorno en si, con el planeta y con la vida que se desarrolla en él. Esta desvinculación ha provocado en más de cien años, que este, el planeta azul, paulatinamente se deteriore y vaya perdiendo su condición de sostener la vida, de los complejos eco-sistemas en sus más diversas y maravillosas manifestaciones incluyendo, por supuesto, la vida humana y lo que esta ha creado a lo largo del tiempo. “El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado”. Debemos reflexionar sobre este punto. El ser humano, como sujeto transformador de  eco-sistemas; tanto terrestres como acuáticos, ha venido alterando el medio ambientes con el fin de crear o generar condiciones favorables para satisfacer sus necesidades, tanto vitales -indispensables para su condición de vida-, como superfluas y ajenas.
La “relación de la humanidad con la naturaleza” desde la cosmovisión de los pueblos originarios y ciertas civilizaciones, donde se puede destacar el sentir, el pensar, el comportamiento de mujeres y hombres, los cuales se sentían parte de un todo, una simbiosis ancestral para aquellos grupos humanos donde el vinculo tenía o tiene aún para estos grupos sociales, un sentido sagrado; para otros un sentido práctico -dentro de un contexto de respeto por la naturaleza-, en el sentido que se le daba y que aún se le da por parte de pequeños grupos en sus  practicas sociales al hecho de ser profundamente concientes de las posibles implicancias que podían o pueden temer ciertas formas de intervenir la naturaleza con el objetivo de satisfacer sus necesidades personales, como de sus respectivas comunidades, siempre manteniendo la armonía entre sus prácticas individuales y sociales con la naturaleza. La ruptura es provocada por el surgimiento de ciertas prácticas sociales de aquellos grupos humanos, que fueron desarrollando  construcciones ideológicas y místicas, dentro de una amalgama de hechos en la paulatino construcción de una condición de privilegio o condición de privilegio divino, que se ha venido expresando en la forma de relacionarse con la naturaleza y con otros humanos, creándose así un conflicto entre grupos humanos, donde la “codicia y la imprevisión humana”  fueron desplazando o en el peor de los casos sometiendo aquellas formas más sanas, equilibradas y sensatas de relacionarse con la naturaleza, y con la propia existencia de la vida humana: “humanae vitae”.

La codicia, expresada en una de sus formas más grotesca como es el exceso de lucro, fuerza  provocadora de las más perversas pasiones humanas, que ha convertido a la naturaleza y la vida de millones de seres humanos en un objeto, un medio, o un instrumento para satisfacer la desmedida y degenerada ambición de acumulación de riqueza y poder, de aquellos que solo se benefician a sí mismos en desmedro de la gran mayoría de habitantes del planeta. Estos seres nefastos y manipuladores de los conceptos de Estado y Nación, conceptos válidos en cuanto tienen por función el bien común y mejorar la calidad de vida de todos los habitantes.
Estos conceptos les han permitido tener el soporte político - administrativo para poder tener el control y supremacía en lo económico, que les ha facilitado generar condiciones ideales para la construcción de un estado de dominación de amplios territorios, por no decir en forma global- con el fin de expandir- su “humus nefandus” que corroe la evolución natural de un sutil y complejo planeta azul; donde los Estados – Naciones de los países desarrollados han venido abusando de ciertas prácticas políticas, sociales, jurídicas y económicas en desmedro de    Estados – Naciones menos desarrollados, débiles en lo político, jurídicamente manipulables y de economías dependientes, que los llevan a vivir en un submundo de donde es muy difícil surgir; vivir con dignidad y decoro.
Los países industrializados del primer mundo, con un alto desarrollo de tecnologías y con su fuerte poder de influencia en la toma de decisiones política – militares dentro de las instituciones globales,- han sometido en el transcurrir de la historia a los países menos poderosos e influyentes, trasformándolos en colonias o modernamente aplicando un neocolonialismo económico, quedando así estos territorios bajo la dictadura de un poder económico asfixiante y en constante expansión –llamada globalización-, sometiéndolos en su quehacer político, social, jurídico, económico y tecnológico, que los lleva trágicamente a la explotación del hombre por el poco hombre, apropiándose de sus recursos naturales, dejando a sus pueblos sumergidos y agobiados por la pobreza, la ignorancia y la desesperación que los asfixian.
Las naciones de economías poderosas y de comportamientos políticos dominantes - por el momento -  a la cabeza de esta conjunción de países poderosos está Estados Unidos de Note América; algunos refinados países Europeos, siendo los más llamativos Alemania, Francia, y por supuesto Inglaterra, y sus alianzas con  los exóticos países Asiáticos, y los complejos Orientales.
Todos sucumbirán en tiempos venideros a las maquinaciones invisibles de los grupos de poder económico que pululan sigilosamente por sus palacios. Estos maestros de la conspiración en las letras de la historia de la humanidad, no tienen ni nación, ni leyes nacionales o internacionales que los regulen, están enquistados en el quehacer político de los países más industrializados y de economías supuestamente sólidas, donde existe un total sometimiento por el dinero y viven para el dinero. Lo que les produce ceguera en esta alquimia ocultista de aquellos que pretende transformar la “Lux vitae” del planeta en el oro encandilador. 
Latinoamérica, puede dar testimonio histórico muy claro y contundente del hecho de como los países desarrollados y los grupos de poder económicos dominantes internacionales quienes, en complicidad con agentes locales, han podido conspirar a lo largo de las vida de las jóvenes Repúblicas Latinoamericanas para apropiarse de sus recursos naturales y enriquecerse con el sudor de sus pueblos.
Las prácticas productivas, primordialmente de los grupos hegemónicos y dominantes en el contexto de la economía internacional, han provocado contaminación ambiental, sobreexplotación de los recursos naturales, falta de interés y voluntad por ejercer medidas concretas ante el constate aumento global de la temperatura del planeta. Sumándose a este complejo escenario el crecimiento demográfico.
Ante este complicado cuadro se requiere impulsar formas creativas y diversas del fortalecimiento de la “conciencia de todos los pueblos Latinoamericanos por los temas de la contaminación, del medio ambiente, y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre estimación de la tecnología, y de la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una acción mancomunada internacional”.
Desde la fusión del arte y la ecología, se ha venido gestando desde la década del 60 un concepto artístico denominado ECO Arte. Esta tendencia preocupada de la ecología, el medio ambiente y del quehacer artístico, es un concepto, que desde el campo teórico – conceptual y estético es todo un humus fértil donde pueda germinar una nueva forma de reinterpretar el concepto de ECO Arte al incorporarle el elemento político en el gesto creativo de la plasmación de una obra de arte bajo esta propuesta estética – conceptual, basado en la primicia que “son necesarias y urgentes: una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado, y entre la humanidad y el resto de la naturaleza”. Iniciando el lento y sutil proceso transformador a nivel de personas o grupos de personas, dentro de Chile y convocando y formando alianzas con países Latinoamericanos, como también invitando a personas que habitan en otros continentes, primordialmente del Primer Mundo, en el sentido de la responsabilidad que les cabe a los habitantes de los países desarrollados en la búsqueda de dar respuestas en forma concreta a las problemáticas que nos afectan en forma global; teniendo la claridad que “todos estos problemas están ligados de manera indisoluble con el de la justicia social, el de la soberanía política y la independencia económica del Tercer Mundo, y la distensión y la cooperación internacionales”.
Al leer la carta escrita por el General Perón  “Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” se puede sentir la lucidez visionaria, de un hombre controvertido, quien nos dejara en espera, como Latinoamericanos que somos, y habitantes de este Planeta Azul el dar respuesta a la carta por nosotros mismos a esta misiva dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas, que al parecer no respondió. Esta seria la respuesta de un artista de un pueblo  del  mal llamado Tercer Mundo.
El documento –la carta- nos entrega una identificación lúcida de las principales problemáticas que se han venido gestando en el vientre del quehacer histórico de la humanidad, donde nos propone coherentes y acertadas soluciones, que son de una importancia vital en poner atención al mensaje  plasmado en su misiva escrita el 16 de marzo de 1972 durante su exilio.
Hoy, después de 39 años este documento mantiene vigente su contenido, el cual se entrelaza perfectamente al contexto histórico de inicios del joven Siglo XXI que nos presenta un Cambio Climático Global.
Las soluciones planteadas por Juan Domingo Perón en Primicias y Cultura / Al Tercer Mundo son para mi un gran descubrimiento, y un motivo de inspiración, donde veo renovado mi interés por el Arte, permitiéndome temer una base argumental del rol del arte como una herramienta que abra espacios de convergencia, provocando reflexión sobre la manera de como hemos venido habitando el planeta y como henos convivido entre nosotros. Enmarcando la acción artística en un contexto histórico, en el cual se han agravado las complejas problemáticas medio ambientales en forma global, en un contexto de efervescencia social que se han venido desarrollando y a la vez afectando al Tercer Mundo y al resto de este mundo fragmentado que acentúa sus contradicciones, que se manifiestan, dando las señales que nos dan aviso de los hechos catastróficos que están por venir y que responsablemente se pueden prevenir haciendo lo imposible para reinvertir la situación actual que nos permita superar esta situación de estar al borde de un abismo. 
El sentido reflexivo y critico de la carta se mantiene vigente a inicios de un nuevo siglo, donde el documento renueva su validez ante los informes aportados por la comunidad científica, que dan alarmantes voces, sobre los diversos efectos que se están haciendo sentir en distintos lugares del planeta; que son el producto del aumento gradual de la temperatura del planeta, que esta provocando complejas problemáticas en los eco sistema, entre  grupos humanos; afectando grandes territorios de países tanto desarrollados, en vías de desarrollo y los  sub desarrollados. “Muchos de estos problemas deberán ser encarnados por encima de las diferencias ideológicas que separan a los individuos dentro de sus sociedades o a los Estados dentro de la comunidad internacional.”
La carta al Secretario General de las Naciones Unidas de 1972 es de una coherencia lúcida, tanto en su análisis y en sus razonables propuestas que en ella son planteadas con la clara intención de rehacer un equilibro armónico entre nuestro quehacer cultural como humanidad con los ciclos y procesos de la naturaleza; en el más alto sentido que tiene el poder resguardar la vida “Lux vitae” que se aloja en muestro único Planeta Azul.       
“En defensa de sus intereses, los países deben propender a las
integraciones regionales y a la acción solidaria.”
                                                                                                     Juan Domingo Perón.
 


(“) Lo fragmentos seleccionados fueron extraídos de la carta escrita por el General Perón  titulada “Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” enviada desde su exilio el 16 de marzo de 1972 al Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim. A.

miércoles, 19 de octubre de 2011

A 66 Años del Triunfo del Movimiento Nacional en las calles de Buenos Aires

LUIS  MONZALVO

De la Unión Ferroviaria de Córdoba al 17 de octubre del ‘45


Por Carlos Alberto Del Campo

Ferroviario del Central Argentino (Mitre) publicó un valioso libro, que permanece olvidado como su autor figura relevante del movimiento obrero y protagonista de la Revolución Nacional (1943/55). A los 15 años ingresó al ferrocarril y en poco tiempo fue delegado del “Sindicato Autónomo Ferroviario de Tráfico y Talleres”. Participó en asambleas del sindicalismo anarquista en la Sede de R. de Sante Fe 526. Su notable inteligencia y vocación autodidacta le brindaron una sólida formación. Integró los comandos de huelga, perseguidos por la policía; tuvo trato directo con hombres de la Reforma del ’18;  participó en la fundación de la CGT nacional; fue electo Concejal (1932) por el Partido Socialista y llegó a ocupar la Jefatura de Jubilaciones Ferroviarias cuando Ramón J. Cárcano estaba a cargo del Consejo Nacional de Previsión Social.

En 1943 fue trasladado a Buenos Aires. Era un dirigente que se había destacado en la resistencia al “Laudo Presidencial” (Presidente Justo) por el que se “retenían de 4 a 6 salarios por mes para cubrir las pérdidas que decían tener las empresas (inglesas), las mismas que además  exigían que la Unión Ferroviaria fuera dividida en 4 gremios”. 

Monzalvo logró entrevistarse con el TCnel. Domingo Mercante (tenía un hermano y el padre ferroviario) a efectos del cese de la intervención donde concurrió con Fermín Soto, Juan Carugo, Plácido Polo y Juan Olivera mas tarde fundadores del Partido Laborista. Finalizada la reunión tipió un esténcil y confeccionó 100 copias que se enviaron por los trenes a hombres claves de las filiales del país a quienes se les comunicaba sobre el aumento de sueldos y la implementación del salario familiar que aplicaría el gobierno. La CGT sostenía la posición pro-imperialista a favor del los Aliados y afirmaba que Mercante, Perón y el GOU eran “nazis y fascistas”. Por el contrario, Monzalvo y sus compañeros adscribían a la posición del gobierno de No Intervención en la Guerra.  

Se reunieron con Perón, flamante Secretario de Trabajo y Previsión,  quien les confirmó el cese de la intervención y que el propio Mercante quedaría provisoriamente a cargo. Ante la urgencia de hacer conocer las novedades a las seccionales, Monzalvo creó un eficaz sistema de comunicación: a la partida de los trenes un compañero recorría el andén informando a los guardas y al resto del personal sobre  las reuniones y se les decía: “contáselo a tus compañeros”. 

El día que Mercante asumió la intervención participaron 5.000 trabajadores ferroviarios movilizados sin esfuerzo. Monzalvo fue designado Asesor y reclamó un aumento general de sueldos del 10%; un aporte de $ 1.000.000 para el Hospital Ferroviario y la devolución de lo retenido por el “Laudo Presidencial”. 

La CGT se había dividido, la Nº 1 Domenech y la Nº 2 Borlenghi. Los ferroviarios trabajaban por la unidad e invitaron a  Perón a visitar Rosario para asistir a un plenario gremial que se trasmitió por la Red Nacional. Inmediatamente Monzalvo comenzó a ser requerido por las distintas filiales iniciando la gira en San Juan la que finalizó milagrosamente el día anterior al terremoto que dejó 10.000 víctimas.  

Mas tarde Perón visitó Córdoba procediendo a designar al Tte. 1º Héctor Russo a cargo del Departamento del Trabajo (**).  En el organismo se habían “perdonado” multas por $ 300.000, “los abogados y procuradores de la dependencia habían hecho  perder centenares de juicios por despido a los trabajadores y había 2.000 expedientes de multas sin diligenciamiento”. Rápidamente se imprimió otro ritmo: “solo el primer día de actividad se registraron consultas de 1.200 personas” sustanciándose actas de conciliación, convenios laborales y disponiéndose inspecciones a empresas. La noticia se extendió a “las serranías, los quebrachales, las minas y las Salinas dominio de capataces bravos donde los trabajadores estaban desamparados de toda protección. En Malagueño, en la fábrica de cales de la familia Ferreyra, se reunieron 800 trabajadores para dejar constituido el sindicato del ramo”. En esos días Perón anunció la devolución de los $ 23.000.000 retenidos por el “Laudo Presidencial” y la construcción del Policlínico Ferroviario y otros nosocomios en el país. 

Las medidas a favor de los trabajadores encendieron  una luz de alarma en la prensa  que tituló “El Sindicalismo copó la Revolución” al igual que en los partidos políticos los que, a favor de los Aliados y con el apoyo de la embajada de los EE.UU., se apresuraron a constituir la Unión Democrática. 

“Sabíamos que el día 8, alejarían a Perón”

El Gral. Ávalos encabezó la sublevación exigiendo la renuncia de Perón quien hizo trascender subrepticiamente que al día siguiente pasaría por su despacho a retirar sus efectos. Allí pudieron reunirse unos minutos solicitándosele que hablase a los obreros para explicar la situación. Lo hizo utilizando el balcón de la Secretaría de Trabajo y pidió que nadie renunciara afirmando que “la emancipación de la clase obrera está en el propio obrero y que el mundo marcha en esa dirección”.

El viernes 12 se reunieron “los reaccionarios y eternos enemigos del pueblo con el Almirante Vernengo Lima con la esperanza de copar el poder”. El fin de semana del 13 y 14 los sindicalistas no descansaron, emplearon sus horas informando a los trabajadores que Perón estaba detenido en Martín García. El martes 16 Ávalos citó a Monzalvo y su grupo, éstos transmitieron la preocupación existente por la situación señalándole que las bases obreras iban a actuar hasta lograr la libertad del Líder. “Ávalos empalideció, no llegamos a saber si fue por el planteo o de indignación”. Quien encabezaba la sublevación había acompañado a Perón en todos los actos de la U.F. y les dijo “a Perón no le ocurre nada malo, fue llevado a Martín García para preservar su integridad personal ofreciéndoles el uso de  la Cadena Nacional (que rechazaron) para que informaran a los trabajadores que, al otro día, Perón estaría en el Hospital Militar”.

El 17 de octubre “Día de la Lealtad”

Fue impresionante la presencia de trabajadores de todas las ramas que arribaban a Plaza de Mayo.  Muchos convocados por propia voluntad, otros por sus gremios, la mayoría provenía del cinturón obrero del gran Buenos Aires. Enfervorizados todos exigían la presencia de Perón, hasta que ese reclamo atronador que estremecía a los presentes estalló en una alegría inmensa al hacerse presente el Líder en el balcón. 

La joven clase obrera había entrado a la historia y tenía nuevos dirigentes que no eran meros testigos sino principales  protagonistas del magno acontecimiento del Siglo XX. Pero ese mismo 17 lejos se estaba de culminar la lucha. En la misma jornada se puso en marcha la tarea de fundar un partido para llevar a Perón a la presidencia de la Nación. 

(*) “Testigo de la Primera Hora del Peronismo”. Ed. Pleamar, 1974. (Es muy escasa la bibliografía sobre este dirigente, no existen ensayos, ni libros, ni tesis en referencia a este auténtico luchador del peronismo obrero).

(**) El historiador Roberto Ferrero le asigna un rol relevante al Tte.1º Russo en Córdoba, inclusive superior al desempeño de Mercante en Buenos Aires. “Del Mutualismo al Cordobazo, Ed. CEPEN 2009”