domingo, 23 de octubre de 2011

Eco Arte y Revolución Nacional Popular en Latinoamérica



PLANETA AZUL
 Por Lorenzo A. Carrasco Jopia


La propuesta tiene como eje de motivación y fundamentación la carta escrita por el General Perón  titulada “Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” enviada desde su exilio el 16 de marzo de 1972 al Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim. A
La escisión de la humanidad con la naturaleza, es la consecuencia de nuestro quehacer cultural, a lo largo de la relación histórica que hemos mantenido con nuestro entorno en si, con el planeta y con la vida que se desarrolla en él. Esta desvinculación ha provocado en más de cien años, que este, el planeta azul, paulatinamente se deteriore y vaya perdiendo su condición de sostener la vida, de los complejos eco-sistemas en sus más diversas y maravillosas manifestaciones incluyendo, por supuesto, la vida humana y lo que esta ha creado a lo largo del tiempo. “El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado”. Debemos reflexionar sobre este punto. El ser humano, como sujeto transformador de  eco-sistemas; tanto terrestres como acuáticos, ha venido alterando el medio ambientes con el fin de crear o generar condiciones favorables para satisfacer sus necesidades, tanto vitales -indispensables para su condición de vida-, como superfluas y ajenas.
La “relación de la humanidad con la naturaleza” desde la cosmovisión de los pueblos originarios y ciertas civilizaciones, donde se puede destacar el sentir, el pensar, el comportamiento de mujeres y hombres, los cuales se sentían parte de un todo, una simbiosis ancestral para aquellos grupos humanos donde el vinculo tenía o tiene aún para estos grupos sociales, un sentido sagrado; para otros un sentido práctico -dentro de un contexto de respeto por la naturaleza-, en el sentido que se le daba y que aún se le da por parte de pequeños grupos en sus  practicas sociales al hecho de ser profundamente concientes de las posibles implicancias que podían o pueden temer ciertas formas de intervenir la naturaleza con el objetivo de satisfacer sus necesidades personales, como de sus respectivas comunidades, siempre manteniendo la armonía entre sus prácticas individuales y sociales con la naturaleza. La ruptura es provocada por el surgimiento de ciertas prácticas sociales de aquellos grupos humanos, que fueron desarrollando  construcciones ideológicas y místicas, dentro de una amalgama de hechos en la paulatino construcción de una condición de privilegio o condición de privilegio divino, que se ha venido expresando en la forma de relacionarse con la naturaleza y con otros humanos, creándose así un conflicto entre grupos humanos, donde la “codicia y la imprevisión humana”  fueron desplazando o en el peor de los casos sometiendo aquellas formas más sanas, equilibradas y sensatas de relacionarse con la naturaleza, y con la propia existencia de la vida humana: “humanae vitae”.

La codicia, expresada en una de sus formas más grotesca como es el exceso de lucro, fuerza  provocadora de las más perversas pasiones humanas, que ha convertido a la naturaleza y la vida de millones de seres humanos en un objeto, un medio, o un instrumento para satisfacer la desmedida y degenerada ambición de acumulación de riqueza y poder, de aquellos que solo se benefician a sí mismos en desmedro de la gran mayoría de habitantes del planeta. Estos seres nefastos y manipuladores de los conceptos de Estado y Nación, conceptos válidos en cuanto tienen por función el bien común y mejorar la calidad de vida de todos los habitantes.
Estos conceptos les han permitido tener el soporte político - administrativo para poder tener el control y supremacía en lo económico, que les ha facilitado generar condiciones ideales para la construcción de un estado de dominación de amplios territorios, por no decir en forma global- con el fin de expandir- su “humus nefandus” que corroe la evolución natural de un sutil y complejo planeta azul; donde los Estados – Naciones de los países desarrollados han venido abusando de ciertas prácticas políticas, sociales, jurídicas y económicas en desmedro de    Estados – Naciones menos desarrollados, débiles en lo político, jurídicamente manipulables y de economías dependientes, que los llevan a vivir en un submundo de donde es muy difícil surgir; vivir con dignidad y decoro.
Los países industrializados del primer mundo, con un alto desarrollo de tecnologías y con su fuerte poder de influencia en la toma de decisiones política – militares dentro de las instituciones globales,- han sometido en el transcurrir de la historia a los países menos poderosos e influyentes, trasformándolos en colonias o modernamente aplicando un neocolonialismo económico, quedando así estos territorios bajo la dictadura de un poder económico asfixiante y en constante expansión –llamada globalización-, sometiéndolos en su quehacer político, social, jurídico, económico y tecnológico, que los lleva trágicamente a la explotación del hombre por el poco hombre, apropiándose de sus recursos naturales, dejando a sus pueblos sumergidos y agobiados por la pobreza, la ignorancia y la desesperación que los asfixian.
Las naciones de economías poderosas y de comportamientos políticos dominantes - por el momento -  a la cabeza de esta conjunción de países poderosos está Estados Unidos de Note América; algunos refinados países Europeos, siendo los más llamativos Alemania, Francia, y por supuesto Inglaterra, y sus alianzas con  los exóticos países Asiáticos, y los complejos Orientales.
Todos sucumbirán en tiempos venideros a las maquinaciones invisibles de los grupos de poder económico que pululan sigilosamente por sus palacios. Estos maestros de la conspiración en las letras de la historia de la humanidad, no tienen ni nación, ni leyes nacionales o internacionales que los regulen, están enquistados en el quehacer político de los países más industrializados y de economías supuestamente sólidas, donde existe un total sometimiento por el dinero y viven para el dinero. Lo que les produce ceguera en esta alquimia ocultista de aquellos que pretende transformar la “Lux vitae” del planeta en el oro encandilador. 
Latinoamérica, puede dar testimonio histórico muy claro y contundente del hecho de como los países desarrollados y los grupos de poder económicos dominantes internacionales quienes, en complicidad con agentes locales, han podido conspirar a lo largo de las vida de las jóvenes Repúblicas Latinoamericanas para apropiarse de sus recursos naturales y enriquecerse con el sudor de sus pueblos.
Las prácticas productivas, primordialmente de los grupos hegemónicos y dominantes en el contexto de la economía internacional, han provocado contaminación ambiental, sobreexplotación de los recursos naturales, falta de interés y voluntad por ejercer medidas concretas ante el constate aumento global de la temperatura del planeta. Sumándose a este complejo escenario el crecimiento demográfico.
Ante este complicado cuadro se requiere impulsar formas creativas y diversas del fortalecimiento de la “conciencia de todos los pueblos Latinoamericanos por los temas de la contaminación, del medio ambiente, y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre estimación de la tecnología, y de la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una acción mancomunada internacional”.
Desde la fusión del arte y la ecología, se ha venido gestando desde la década del 60 un concepto artístico denominado ECO Arte. Esta tendencia preocupada de la ecología, el medio ambiente y del quehacer artístico, es un concepto, que desde el campo teórico – conceptual y estético es todo un humus fértil donde pueda germinar una nueva forma de reinterpretar el concepto de ECO Arte al incorporarle el elemento político en el gesto creativo de la plasmación de una obra de arte bajo esta propuesta estética – conceptual, basado en la primicia que “son necesarias y urgentes: una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado, y entre la humanidad y el resto de la naturaleza”. Iniciando el lento y sutil proceso transformador a nivel de personas o grupos de personas, dentro de Chile y convocando y formando alianzas con países Latinoamericanos, como también invitando a personas que habitan en otros continentes, primordialmente del Primer Mundo, en el sentido de la responsabilidad que les cabe a los habitantes de los países desarrollados en la búsqueda de dar respuestas en forma concreta a las problemáticas que nos afectan en forma global; teniendo la claridad que “todos estos problemas están ligados de manera indisoluble con el de la justicia social, el de la soberanía política y la independencia económica del Tercer Mundo, y la distensión y la cooperación internacionales”.
Al leer la carta escrita por el General Perón  “Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” se puede sentir la lucidez visionaria, de un hombre controvertido, quien nos dejara en espera, como Latinoamericanos que somos, y habitantes de este Planeta Azul el dar respuesta a la carta por nosotros mismos a esta misiva dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas, que al parecer no respondió. Esta seria la respuesta de un artista de un pueblo  del  mal llamado Tercer Mundo.
El documento –la carta- nos entrega una identificación lúcida de las principales problemáticas que se han venido gestando en el vientre del quehacer histórico de la humanidad, donde nos propone coherentes y acertadas soluciones, que son de una importancia vital en poner atención al mensaje  plasmado en su misiva escrita el 16 de marzo de 1972 durante su exilio.
Hoy, después de 39 años este documento mantiene vigente su contenido, el cual se entrelaza perfectamente al contexto histórico de inicios del joven Siglo XXI que nos presenta un Cambio Climático Global.
Las soluciones planteadas por Juan Domingo Perón en Primicias y Cultura / Al Tercer Mundo son para mi un gran descubrimiento, y un motivo de inspiración, donde veo renovado mi interés por el Arte, permitiéndome temer una base argumental del rol del arte como una herramienta que abra espacios de convergencia, provocando reflexión sobre la manera de como hemos venido habitando el planeta y como henos convivido entre nosotros. Enmarcando la acción artística en un contexto histórico, en el cual se han agravado las complejas problemáticas medio ambientales en forma global, en un contexto de efervescencia social que se han venido desarrollando y a la vez afectando al Tercer Mundo y al resto de este mundo fragmentado que acentúa sus contradicciones, que se manifiestan, dando las señales que nos dan aviso de los hechos catastróficos que están por venir y que responsablemente se pueden prevenir haciendo lo imposible para reinvertir la situación actual que nos permita superar esta situación de estar al borde de un abismo. 
El sentido reflexivo y critico de la carta se mantiene vigente a inicios de un nuevo siglo, donde el documento renueva su validez ante los informes aportados por la comunidad científica, que dan alarmantes voces, sobre los diversos efectos que se están haciendo sentir en distintos lugares del planeta; que son el producto del aumento gradual de la temperatura del planeta, que esta provocando complejas problemáticas en los eco sistema, entre  grupos humanos; afectando grandes territorios de países tanto desarrollados, en vías de desarrollo y los  sub desarrollados. “Muchos de estos problemas deberán ser encarnados por encima de las diferencias ideológicas que separan a los individuos dentro de sus sociedades o a los Estados dentro de la comunidad internacional.”
La carta al Secretario General de las Naciones Unidas de 1972 es de una coherencia lúcida, tanto en su análisis y en sus razonables propuestas que en ella son planteadas con la clara intención de rehacer un equilibro armónico entre nuestro quehacer cultural como humanidad con los ciclos y procesos de la naturaleza; en el más alto sentido que tiene el poder resguardar la vida “Lux vitae” que se aloja en muestro único Planeta Azul.       
“En defensa de sus intereses, los países deben propender a las
integraciones regionales y a la acción solidaria.”
                                                                                                     Juan Domingo Perón.
 


(“) Lo fragmentos seleccionados fueron extraídos de la carta escrita por el General Perón  titulada “Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” enviada desde su exilio el 16 de marzo de 1972 al Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim. A.

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